Benissa, un tesoro mediterráneo por descubrir

Benissa, enclavada en la provincia de Alicante, representa uno de los tesoros más auténticos de la Costa Blanca española. Este municipio valenciano combina a la perfección su rica herencia histórica con paisajes naturales de extraordinaria belleza, ofreciendo al visitante una experiencia genuina del Mediterráneo español.

Historia y patrimonio cultural

El casco antiguo de Benissa transporta a sus visitantes a épocas pasadas con sus calles empedradas y edificios históricos. La majestuosa Basílica Menor de la Purissima Xiqueta domina el perfil urbano con su impresionante fachada neogótica, siendo uno de los templos más grandes de la Comunidad Valenciana. El antiguo Palacio de los Torres-Orduña, hoy convertido en centro cultural, y los vestigios de las murallas medievales evidencian el pasado morisco de la población.

Paisajes naturales incomparables

El territorio de Benissa se extiende desde la montaña hasta el mar, abarcando casi 4 kilómetros de costa recortada donde se alternan pequeñas calas y acantilados. La Cala Advocat, Cala Baladrar, Cala Les Bassetes y la emblemática Cala La Fustera son enclaves naturales de singular belleza, ideales para los amantes del buceo y los deportes acuáticos.

El interior no se queda atrás, con la Sierra de Bernia ofreciendo rutas de senderismo con panorámicas excepcionales. El Fuerte de Bernia, construcción militar del siglo XVI, corona esta formación montañosa y constituye un mirador privilegiado sobre el Mediterráneo.

Las playas y calas de Benissa

La costa benissera destaca por su belleza natural y su estado de conservación, ofreciendo alternativas tanto para quienes buscan servicios como para los amantes de entornos más salvajes:

  • Playa de La Fustera: la más extensa y accesible, con bandera azul que certifica su calidad. Cuenta con servicios completos, incluyendo duchas, socorristas, restaurantes y acceso para personas con movilidad reducida. Sus aguas tranquilas y poco profundas la hacen ideal para familias.
  • Cala Pinets: una pequeña cala de piedras y gravas con aguas cristalinas perfectas para la práctica del snorkel. Menos concurrida que La Fustera, ofrece un ambiente más tranquilo.
  • Cala Llobella: enclave natural de difícil acceso que recompensa al visitante con un entorno prácticamente virgen. Sus fondos marinos son un paraíso para los buceadores.
  • Cala Advocat: de singular belleza, combina zonas rocosas con pequeñas áreas de arena. Las vistas desde sus acantilados circundantes son espectaculares.
  • Cala Baladrar: resguardada entre acantilados, esta pequeña cala de aguas transparentes es perfecta para quienes buscan tranquilidad lejos del turismo masificado.
  • Les Bassetes: más que una playa convencional, es una zona portuaria deportiva que cuenta con un club náutico donde practicar vela, kayak y otros deportes acuáticos.

La diversidad de estas calas, todas ellas conectadas por el imperdible Paseo Ecológico que recorre parte del litoral benissero, permite disfrutar de diferentes experiencias marítimas en un tramo relativamente pequeño de costa.

Gastronomía con sabor tradicional

La cocina benissera fusiona los sabores de mar y montaña. Entre sus platos típicos destacan:

  • El “arròs amb fesols i penques”, un sustancioso arroz con alubias y pencas.
  • La “coques” y “pastissets”, deliciosas preparaciones de repostería tradicional.
  • Los guisos marineros elaborados con pescado fresco de la bahía.

Los numerosos restaurantes del municipio permiten degustar estos manjares acompañados de excelentes vinos de la tierra.

Fiestas y tradiciones vivas

Benissa mantiene vivo su folclore a través de celebraciones como las Fiestas Patronales en honor a la Purísima Xiqueta, que se celebran a finales de abril. Los “Moros y Cristianos” en junio rememoran la reconquista cristiana con espectaculares desfiles de coloridas comparsas. La tradición vinícola se celebra durante la Feria y Porrat de Sant Antoni en enero.

Un destino para todo el año

A diferencia de otros municipios costeros, Benissa ha apostado por un turismo sostenible que trasciende la estacionalidad. Su clima privilegiado, con más de 300 días de sol al año y temperaturas suaves incluso en invierno, junto con su oferta cultural, gastronómica y natural, convierten a esta localidad en un destino ideal para cualquier época.

Benissa representa la esencia del Mediterráneo español: historia, cultura, naturaleza y gastronomía fusionadas en un entorno privilegiado que invita a ser descubierto con calma, más allá de los circuitos turísticos convencionales.

Categorías

¿Preguntas?

PATROCINADORES:
Contáctanos si quieres aparecer aquí.